quarta-feira, 25 de março de 2009

ACTIVIDAD DEL PENSAMIENTO

Enviado por: Juan Rendón
Lun, 23 de Mar, 2009

Un puro intercambio espiritual hace madurar efectos puramente espirituales, entonces la voluntad también tiene que adelantarse al conducto del conocimiento espiritual, recibirlos de fuerzas donantes. Entonces es una exigencia de buena fuerza espiritual, consciente o inconsciente: Consciente a través de la oración para un esclarecimiento inconsciente a través de preguntas, que el hombre hace que tocan el terreno espiritual y por eso serán contestados por fuerzas espirituales conocedoras.
Sin embargo si el hombre está más en contacto con la Tierra, esto quiere decir, si son cosas puramente terrenales sobre las cuales él quiere una aclaración, entonces él mismo puede darse una respuesta puramente racionalista.
La inteligencia es así mismo un don de Dios. Pero no se le puede comparar con la actuación espiritual de las fuerzas del más allá quienes están ubicadas en la perfección, y que solamente dan curso a la fuerza de corriente de Dios. Puesto que lo que ellas transmiten es el conocimiento profundo y un conocimiento de los asuntos espirituales, que el entendimiento como tal nunca podría averiguar.
Las cuestiones terrenales sin embargo pueden ser totalmente solucionadas, y entonces entra en acción el Espíritu de Dios, que afluye a cada ser vivo - que también el hombre puede llamar propio que quiere aclarar algunas cuestiones espirituales.
En consecuencia la ilación de pensamientos de un hombre que aspira terrenalmente puede ser muy grande - sin embargo no es necesario que signifique luz para él, puesto que ese conocimiento se apaga en el momento de la muerte, mientras que las transmisiones del Reino espiritual quedan propiedad de cada Alma, puesto que es un bien no perecedero, pura fuerza espiritual, que llega a la Tierra a través de mediadores de Dios.
La mejor prueba es ésta, que tales sabidurías son ofrecidas a los hombres sin ninguna actividad imaginaria, mientras que las soluciones terrenales requieren generalmente un trabajo imaginario, o sea se aprovecha el Espíritu de Dios.
El hombre no puede ser forzado a tomar contacto con fuerzas espirituales, solamente es un acto de libre firmeza de la voluntad. En consecuencia también hay que darle la posibilidad de ser activo en lo imaginario, si él no se pone en contacto con fuerzas escientes solamente que esté entonces limitado en su capacidad que él entonces solamente puede solucionar cuestiones puramente terrenales. Entonces solamente está activo su organismo corporal, utiliza la fuerza vital que le llega en forma totalmente independiente del apoyo que está más allá, mientras que él no lo pide a esas fuerzas.
Los pensamientos, que entonces tiene el hombre, no tienen ningún valor espiritual, o sea ningún valor para la Eternidad entonces no son un bien espiritual sino terrenal, esto quiere decir un bien temporal.
Pero la actividad del pensamiento también puede tocar problemas que se encuentran fuera de lo terrenal, pero el hombre a través de su voluntad y su criterio hacia Dios resiste a la influencia de los Seres sabedores del más allá que saben, lo que tiene como consecuencia que los pensamientos de aquel contradicen totalmente la verdad. - Entonces siempre se van a expresar las fuerzas espirituales, que la voluntad del hombre mismo requiere.
Pero siempre están activas fuerzas espirituales, mientras que se hacen preguntas espirituales, mientras que las preguntas terrenales solamente requieren la vitalidad que llega a los hombres, aunque el hombre cree que la inteligencia resuelve todos los problemas.
Sin embargo las fuerzas ignorantes o mentirosas de este lado dejan creer al hombre que el ha alcanzado el resultado solamente por el razonamiento, puesto que se encuentra en su esfuerzo negar la actividad espiritual, para también destruir la fe en la actuación divina. En consecuencia el hombre mismo se ve como creador de aquellos pensamientos, y las fuerzas negativas que lo apoyan refuerzan esa idea.
Solamente el hombre que aspira a Dios entiende la esencia del pensamiento, él siente las corrientes que le llegan del Reino de la Luz y se deja influir voluntariamente de las buenas fuerzas espirituales.
Y por eso también solamente el hombre que aspira hacia Dios va a estar ubicado en la Verdad, puesto que lo que le llega en los pensamientos, es de Dios, la pura Verdad va a querer su voluntad, a través de portadores de Luz, entregada al hombre, porque Dios es la Verdad misma.

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